Bushido

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viernes, 28 de agosto de 2009

Bushido - 4


Gi - [si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla]





...no tengo brùjula, hago de mi instinto mi rosa de los vientos...

Habla -oh, Musa - de aquella mujer de multiforme ingenio que, despuès de construir la sacra tela que envolverìa su cuerpo, se lanzò a peregrinar -harta como estaba de esperar- larguìsimo tiempo. Vio poblaciones y conoció a los hombres y sus costumbres y padeciò en su ànimo gran número de trabajos en su navegaciòn por el pronto, en cuanto procuraba salvar su vida y la de sus compañeras en la travesìa por las inmensidades del fantàstico mundo Real de Màs Allà en busca de la tierra prometida, conocida como Lugar Comùn, en donde, cuenta la leyenda, los verbos se conjugan en carne y presencia.

Rapsodia I

La conjura de las necias - travesìa por parajes desconocidos - la llegada a Puerto de S - encuentro con Tritòn

Ya en aquel tiempo, las que habìan podido escapar de las ruecas y agujas se acercaron para decidir su camino. Hartas ya de estar hartas y esperando decidieron tomar las riendas de sus vidas y partir, atravesar las extensiones de Màs Allà en busca de Lugar Comùn. Asì probarìan tambièn su fortaleza y entenderìan (de paso) las visisitudes y tentaciones que acechan en los caminos. Lancemonos a la mar! cantaban alegremente. Lancemonos a la mar! y ya sus almas vibraban al compás de las olas imaginarias.

Y fue asì que una tarde de verano, no pudiendo posponer màs, en navìo rojo y pequeño se han lanzado a la mar. Cantan y cantan las cuatro jinetes, cantan sonrientes sin ningún penar.

...

Y si quiere usted saber a quièn nombraron capitàn, ahì le dejo la foto del pirata cojo, con parche en el ojo, con cara de no tan malo; un viejo truhan capitàn de un barco que no llevaba por tripulaciòn a un par de tibias y una calavera.

3 comentarios:

  1. Dos cosas unicamente... por el momento...

    1. Que chingón dibujo
    2. Que genial narraciòn.

    ¡¡Eres grande VERA!!

    Te quiero. Besos

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  2. Por cierto... me acabo de enamorar de la mirada del capitán DeLira... ¿no querrá recoger a una sirena varada? Digo, tal vez en una de esas aventuras de papel y mucho mar que se nos suelen ocurrir...

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